domingo, enero 01, 2006

Ciclos

Este año, asi como todos desde hace un tiempo a esta parte, la noche de año nuevo fue una rutina mas que un ritual. Una tediosa costumbre, mezcla de rápidas conclusiones y aun mas rápidos proyectos.
Este año no hubo cábalas, la idea era terminar rapidito con el tramite para volver a casa a dormir, descansar, desconectar las neuronas y realizar durante la noche una reestructuración de las conecciones internas. Para empezar otra vez.
Este año no hubo progreso en lo sentimental, mas bien un retroceso y es que creo que cuando el hilo que nos conecta está tan delgado no importa de que lado se rompe, solo importa que se corte pronto y salir del golpe con la menor cantidad de hematomas internos. (Solo espero que estes bien, se que lo estarás, eres una persona valiosa y no te supe valorar).
La sensación de pérdida es cada vez mayor año tras año. Recuerdo cuando decía que a los 50 seguro que me aburriría de vivir, pero el hastío se adelantó. Y es que la vida se torna monótona aunque bailemos en la calle y vistamos diferente, el corte de pelo no genera cambios y el pan, aunque distinto, no hace más que aliviar el hambre.
No tengo planes para este año, la casa no vendrá, esta mas lejos que el año pasado y mucho mas lejos aún que el anterior; se agregan temores nuevos que hacen mas difícil superar los que ya tengo y el cuerpo no resiste tanta chatarra.
Esta no es una despedida ni mucho menos, temo a la muerte más que a la vida misma, es una autoinvitación a sentarse y esperar a que la vida pase, me cansé de pelear solo!.
Este año no hubo celebración sino una triste aceptación de que no puedo cambiar mi mundo, por mas que trate.
Esperaré sentado aquí a que pase lo que tenga que pasar. escuchando a mi Alanis y mirando la vida pasar...

4 comentarios:

Tutina dijo...

Que tengas un feliz año nuevo y que lo mejor se venga para que tires arriba ese ánimo. Un abrazo a la distancia.

Butterflies-IntheSky dijo...

Este año -como cada nuevo que llega- siempre se inicia viendo la vida pasar y sin sentirlo estamos sumergidos en el remolino de las nuevas esperanzas.
Sin correr, caminando encontrarás el motivo para inyectar alegría a tu vida.

Por acá te mando un abrazo y mis mejores deseos en este inicio docemesino.

Merlina dijo...

Gracias por tu comentario

Creo que hay vida en ambos y por eso sentimos dolor... y no se si quisiera dejar de sentirlo.

Yo mas bien le tengo mas miedo a la vida que a la muerte.-Puede ser solo un acto cobarde- Pero sólo soy materia viva.

Por cierto ya no me duele el oído tomé Paracetamol

Anónimo dijo...

¿Dónde estás? ¿de vacaciones? bien por ti y cuéntame, ¿has ganado el premio o no?
Cariños
Tarí