domingo, junio 17, 2007

Amigos?

Definir el amor es imposible y cada cual lo describe como más le acomoda: Estado mental, el sentimiento más poderoso, etc. La forma de expresar el amor ha variado según el paso del tiempo. En el medioevo, el amor debía ser doloroso, mientras más sufriente fuese la relación y más trágica la historia, más legitimado era el sentimiento del amante doliente.

Actualmente, decidir a quienes le brindamos ese amor es fácil y aunque principalmente lo repartimos entre familiares, pareja y amigos, la forma en la que se ama es tan distinta como caracteres hay en el mundo, pero siempre es posible encontrar patrones que permiten identificar nuestra manera de amar. En el caso de la familia el sentimiento es casi instintivo, por costumbre quizás. En cuanto a la pareja, mientras exista avenencia, compañía y preocupación, habrá amor, la desaparición de dos de esas tres condiciones hará que la separación sea inminente. Con respecto a los amigos el sentimiento se genera de forma antojadiza y liviana.

‘Amigos en las duras y maduras’, ‘Un amigo es quien da sin pedir nada a cambio’, ‘Amigo en la adversidad, amigo de verdad’, etc. Dichos sobre la amistad abundan y si bien es cierto todos son tan antiguos como el mismo concepto, llama la atención que actualmente todos esos refranes pongan a la amistad como una relación unidireccional a nuestro favor, pues todos se resumen en un simple: Mientras nos satisfagan son amigos y al menor inconveniente el título es retirado como si nos sacásemos los zapatos después de un largo día de caminata.

Atrás ha quedado la figura de la amistad como el amor de pareja sin sexo, cuando la ruptura con amigo se debía a situaciones de peso, importantes, se asimilaba a terminar con un matrimonio. Que un amigo muriera era como quedar viudo y que se fuera lejos no importaba, pues seguía a nuestro lado de una forma u otra.

Hoy por hoy basta un simple corte telefónico en medio de una discusión, una mala cara o una ausencia a un evento importante para echar por tierra años de compañía en tiempos de soledad, ríos de llanto desesperado contenidos a son de canciones nocturnas, apoyo en momentos en que el mundo se viene abajo, en definitiva un simple suceso puede derrumbar un castillo de amistad fundado en cimientos que otrora habrían sido indestructibles y se censura la idea de que este amigo que nos cortó el teléfono, nos puso una mala cara o no asistió a nuestro evento, pudo haber tenido algún problema en aquel momento y era justo en aquel instante cuando se ponía a prueba la amistad bidireccional, relegando aquel castillo al nivel de una frágil choza.

Quizás haya que entender que aquel dicho: ‘Amigo es aquel que da sin pedir nada a cambio’ esta mal escrito, pues después de todo este tiempo de acogerte, protegerte y salvarte del dolor (físico y mental), me da el derecho de buscarte cuando yo esté por caer. Dicho de otra forma, es lógico que después de todo lo que hemos vivido, al momento de autopredecir mi caída, la primera persona a la que iba a acudir eras tú, pues yo pensaba que nuestra amistad era más importante y más fuerte que un simple corte telefónico, es más, yo pensaba que nuestra amistad era bidireccional. Lo bueno de todo esto es que ya se como actuar, pues antes de ti ya estaba solo. Extirpación de tumor maligno.

Definir el amor es imposible desde cualquier punto de vista y en cuanto al esto, decir que es un estado mental o un preciado tesoro vale tanto como aseverar que se trata de un capricho, una relación provechosa o una farsa.