miércoles, abril 18, 2007

Reencuentros

Quienes transitamos por la treintena, coincidiremos en que los primeros años de esta son una verdadera vorágine de nuevas sensaciones. Todo nuestro entorno parece ser distinto. De jóvenes pasamos a ser caballeros y más de algún veinteañero con no más de cuatro años de diferencia a nosotros puede llegar a llamarnos ‘tíos’, dejándonos con la boca abierta y arruinándonos el día. Muchos se encuentran con familia recién formada y los que no se han casado pasan a ser blanco de cuestionamientos propios y ajenos que van desde la inadaptabilidad a la sexualidad dudosa. Nos volvemos más serenos, meditabundos, como mudando piel. Simplemente algo se gatilla internamente que nos lleva a descubrirnos como adultos.

Entre las mil y una situaciones nuevas a las que nos enfrentamos, hay una que reviste la mayor de las importancias, por tratarse de un hecho difícil de predecir y de resultados imposibles de imaginar. Se trata de la repetición de la gente. Sí, lo que ha leído, la repetición de la gente.

Cuando la vida parece tomar un rumbo lineal, con el destino escrito por nuestras propias manos, de pronto nos encontramos con una amable sonrisa que nos saluda de nombre y apellido y con una efusión digna de un fan a su artista favorito. En solo cuestión de microsegundos, nuestro cerebro comienza un escaneo mental, buscando hacer encajar voz, rostro, cuerpo, actitud y mirada con alguna ya conocida y cuando finalmente logramos descubrir de quien se trata, una oleada de recuerdos nos invaden, los menos contenidos dispararán un visceral ‘Qué te pasó!’ y todos llegamos a sentirnos con ‘veintypocos’ otra vez, la sonrisa se instala en nuestra cara y la conversación nace como espuma de la leche hervida.

La pregunta parece obvia, ¿Cómo un hecho que trae tanta añoranza podría traer resultados nefastos?

Entre tanto bloque de personas que dejamos atrás y que son potenciales repeticiones en nuestra vida, están aquellas a quienes en algún momento amamos y con las cuales desarrollamos una relación sentimental. Es allí, entre recuerdos alegres y llorados, cuando ponemos a prueba nuestra propia madurez y el crecimiento del que nos jactamos. Nos encontramos con seres a menudo totalmente distintos a los que dejamos de amar o a los que nos dijeron adiós y lo que es peor, logramos entender qué tan importantes fuimos en el crecimiento y la madurez del otro.

Si tenemos suerte, descubriremos pocos cambios y el reencuentro no será más que una amena travesía memorial. De no ser así estaremos frente a un ser completamente distinto, un megapartido en cuerpo y posición social desperdiciado por nosotros mismos, haciéndonos sentir culpables de la lejanía, de nuestra soltería o incluso de nuestro matrimonio. En su defecto, nos encontraremos con un ser inversamente distinto al que conocimos, completamente ajeno a nuestros gustos actuales, desconoceremos su lenguaje y su físico, viviremos un vergonzoso viaje por lo más oscuro de nuestro pasado y llegaremos a negar completamente todo lo sucedido entre ambos, bloqueando cada uno de los hechos como si se tratase de una fotografía que quisiéramos romper y eliminar por completo.

Sea como fuere, el reencuentro con nuestro pasado esta a la vuelta de la esquina. Cualquier día, a cualquier hora, tendremos un encontrón de lo que somos y queremos con lo que fuimos y quisimos, un déjà vu con carácter de racconto que no pasará inadvertido ni nos dejará indiferentes.

Sí..., ya tenemos treinta años y después de aquel encuentro será inútil no volvernos un poco más serenos, más meditabundos y sin duda avanzar un peldaño más en nuestra madurez. Así mismo inútil también será no preguntarse: ¿Qué cresta sucederá a los cuarenta?!

20 comentarios:

Horacio dijo...

Yo siempre he pensando que la vida es circular, que no importan las decisiones que uno tome, siempre todo regresará de alguna manera u otra durante el camino paras ponernos a prueba y ver si realmente aprendimos la lección en el pasado.

Un abrazo, amigo.

Pinochet C. dijo...

¿Qué pasará con los 40? Una pregunta que aún ni por la cabeza me pasa... Eduardo, estoy viviendo recién la mutación , el cambio de saberme un veinteañero a identificarme como un treintón. Estoy a un mes de trocar, de mudar, de cambiar de folio. No se como se verá la vida de la vereda de los treinta, espero la sombra o el reflejo del pasao de mis años, al mirarlos hacia atrás y al hacer el racconto, no me desagrade. No son pocos los que me han dicho que treinta es treinta ¡Treinta!. Los veo casi como la penumbra de la noche que se acerca y va tocando ciertos puntos geográficos, uno por uno pero a todos los lugares de la tierra les toca, que la noche se abalance sobre ellos, con distintos husos horarios, pero les llega. Primero le tocó a un amigo en enero 30... y medio enserio, medio en broma, jajá, los "aún" veinteañeros nos burlábamos de él, pues sabíamos que no le agradaba. A mí, poco me importaba los 30 y talvez por esa negativa suya, nos "burlábamos". Luego, le correspondió a un conocido, amigo de mi amigo; abril 5...aún salvándome jajá. Mayo 17, será mi turno, pero a las 16.30 jajá.. Ese es mi huso horario... mis 00:00 horas donde cambio de año y empiezo mi nueva década... y continúa.... junio 17, un ex amigo... y así....muchos más, cayendo uno a uno, llegando la sombra de los 30 a cada espacio geográfico. Sin embargo, estoy lleno, pero repleto de emociones, ¡quiero que me lleguen mis treinta!, porque no los respresento físicamente, porque sin duda alguna, será mi década y espero mucho de ella. Seré solterón treintón jajá, sí. Hmm.. Da igual, es midécada y respiro profundo... y boto suave, y respiro profundo......

Anita dijo...

Ira

Aunque soy parte del club de los 30, me siento una niña con cuerpo de mujer.

Veo como los que algún día formaron parte de mi vida han formado sus familias, etc. y la verdad es que cada día me convenzo más de que aun no estoy preparada para eso.

Por ahora, sólo quiero que me regaloneen, que me llenen de besitos y me cuiden como a una niña.

Lo demás se gana con el tiempo.

Demasiado regalona!?
Sí, tal vez.

Y tú, me harías nanay en el pelito?

A
n
i
t
a

José Ignacio Santa Cruz dijo...

Yo hace rato que dejé de preocuparme por la edad, pq por viejo que sea siempre preferiré sentirme un niño por dentro, poder revolcarme en el pasto jugando con mi perro, o simplemente jugar.

Eso no implica que no haya una diferencia, empíricamente me quedó demostrado que a los 30 uno se pone más tincudo a los ojos de las feminas. Está la experiencia de haber vivido al menos una decena más de años que los de 20, hay más respnsabilidades y una larga lista de etcéteras.

A los 40 a lo más estaremos más pelados, quizás más guatones, quizás más cascarabias, pero la esencia seguirá siendo la misma. Lo importante es mantener el alma joven.

Clarice Baricco dijo...

...y qué me sucederá a mi cuándo cumpla 50 o 60 años?

Vivo mientras!...y vivo con tu recuerdo.

Cuídese.

Abrazos primaverales.

Anónimo dijo...

Y como dicen por ahi:
No pasa el tiempo, porque todo se nos queda encima!!
;)

Y si. Concuerdo con mucho de lo que nos comentas aqui.
Yo, me encuentro estrenando mis 3o's y descubro cosas que..antes..creia no tenero no sabia tener.
Y..esto que dices sobre el:
"encontrón de lo que somos y queremos con lo que fuimos y quisimos, un déjà vu con carácter de racconto que no pasará inadvertido ni nos dejará indiferentes. "

Se esta presenentando.. conmigo..parece una visita inesperada..!
;)

Y siguiendo asi..pues..disfruto, eso es lo que mas me gusta.

Me gusto mucho tu publiacion.
Te dejo saluditos y una feliz semanita!
=)

L.A. Rojas dijo...

Muy buen tema. De hecho lo había conversado con unas personas en una etílica reunión de hace algunos días.

Aún no he llegado a esa reflexión por cierto. Mientras espero la llegada a los 30, de la que falta su tiempo terrestre X, me preparo con muchos cercanos que me aseguran que tras la delgada línea roja, se viene los mejores años de la vida, los más interesantes, sin la carga de los veintitantos en los que ya sea los estudios o la preparación para lo que viene, hacía una vida llevadera y dividida digamos, en dos partes.

Podrán venir las interrogantes clásicas, de la figura, mañas y un tremendo etc.

Muy de acuerdo estoy con el primero que posteó respecto a lo cíclico como dirían los mayas o circular como los sabios y altaneros orientales. Por lo mismo, las situaciones es probable que se repitan y cuando se llegue a los 40, probablemente la línea virtual la haga de alguna forma prepararse para ello.

Es probable (y espero) que gran parte de mi alma irremediablemente infantil y pendeja en algunos casos, no se vaya en este tiempo. De ser así, me quedaré cesante y fuera del mundo donde me desempeño......curiosidades de la vida.

Un abrazo

L.A. Rojas

Arcángel Mirón dijo...

Cuando tenga 30, vuelvo y opino.

Me encanta la mariposa ésa que sobrevuela mientras leo.
Uy, se quedó quieta. Se ve que la espanté.
Ahí huyó.

alikis dijo...

No sucederá nada.
Pasé los treinta y no pasó nada.
Ni me di cuenta, sólo por el carnet.
Estoy esperando los 40, para ver si por fin pasa algo,jajaja

Sólo puedo aportar que con los años, uno la tiene cada vez más clara ( las ideas, además de la cabellera,jejeje).

Saludos nocturnos

Anónimo dijo...

mmmm...varias cosas:

Cero complejo con la edad, creo que me importa más ir cumpliendo mis etapas, las cuales varian constantemente...desde formar a una familia hasta realizarme en lo profesional como prioridad nº1...para luego sentir que ser madre es una alternativa. Supongo que finalmente sólo importa lo que cada uno quiere para su vida, sin el cuestionamiento externo.

Es cierto existen algunos personajes que contribuyeron y dejaron una sello importante en la persona que uno es hoy, pero eso ocurrió en un espacio y tiempo determinado que claramente ya no es el mismo. por eso prefiero gurdar de ellos ese recuerdo y no un reencuentro que deje en evidencia que hoy en día nos separa un abismo. Por ejemplo, de algunas ex compañeras de colegio tengo los mejores recuerdos, incluso a una de ellas la sigo sintiendo como "amiga", pero claramente nuestras vidas siguieron caminos diferentes que no se cruzan. Lo mismo me ha sucedido con antiguos amores, hace unos meses, por cosas de la vida, mi 1º pololo (yo tenía 15 años), llegó a tomar tecito a mi casa, mientras hablaba, refirmaba una vez más porque no estamos juntos. Prefiero evitar los reencuentros.

Qué pasará a los 40?...tendré que hacer un balance de lo cumplido en los últimos 10 años y cuando me mire al espejo espero que las arrugas sean hacia arriba, esas que hacen de tanto reír y sonreír.

Te Quiero Amigo del Alma.

Beso y Abrazo (aunque no te gusten...jijijiji)

Ro.

இலை Bohemia இலை dijo...

Ni idea lo que sucederá a los cuarenta, me estoy habituando a la de la treintena y ahí voy...

un besote

J a v i e r dijo...

Tengo un pacto con Dios, y nunca cumpliré 32, asi que no se que viene mas adelante,
saludos
jvr

mart dijo...

Hmm...amigo,me quedan 5 meses para ingresar en club de los 40...pero de momento ninguna crísis existencial ni cosas por el estilo...la treintena me ha dejado muy buen sabor de boca,ha sido una época de cambios qualitativos en muchos aspectos de mi vida,me gustaría, en la cuarentena, simplemente mantener lo conseguido...como mínimo.Un saludo ira

Anónimo dijo...

Uff, esto me llega como anillo al dedo, pero te puedo decir que este reencuentro en especial, es uno de los más anhelados por mi persona... es un reencuentro por el cual daría o haría cualquier cosa por no dejarlo ir nunca más.... pero la distancia fue y será el peor obstaculo entre los dos....
Lo único que puedo decir es gracias.....tu sabes por que....
Te quiero mucho amigo mio

Sole

Blefaroplastía dijo...

No me siento muy identificado. Me pasa que cumplí treinta y me puse medio adolescente. Hasta con espinillas. Como que involuciono. A lo mejor terminó en el útero materno a los 40 años.

Chucah me asuste un poco!!

Eso

B.

MaríaGabriela dijo...

Yo mientras comienzo a terminar los veinte me resultan contradictorios los treinta. Mi compañero de vida, de rutas y vericuetos lunares ya está en ellos, sin embargo, le ha venido un racconto que lo ha invitado a vivir experiencias de veinte, es decir, los resabios de aquellos años de esplendor que de seguro no volverán. Sí, perfecto, tómate tu tiempo, pero aún no hace click el cambio de folio.
Pensaba que la "crisis" de los treinta no era tal, pero desde la praxis he comprobado que sí.
Yo mientras tanto me preparo, acumulo experiencia para enfrentarla con calma, hacerle una reverencia y que pase por mi lado sin siquiera sentirla.
Un abrazo

Alfonsina dijo...

Ira!

Me reí muchísimo... es verdad a partir de cierta edad empiezas a encontrarte con gente que no veías hace tanto... símbolo de adultez y es que por ahora puedo decir que 10 o 15 años no son nada (20 años si son harto para mí por ahora)...

Y como alguna vez escribí... no es que la gente cambie... cambia la percepción de uno respecto de la gente en la medida que nos vamos conociendo o reencontrando o reconociendo en distintas etapas de la vida, en diferentes situaciones, a distinta edad.. qué se yo...
Que qué pasará a los 40? lo mismo que a los 50, a los 20 o a los 80... el cambio de folio siempre se viene lleno de preguntas.

Un beso para tí (tío...jajajaa!!!)

Alfonsina (...Cicuta O Maleza?...)

P.S: CON QUIÉN TE ENCONTRASTE!!!

Diana L. Caffaratti dijo...

Disculpa que hoy no me dtenga a comentar... ¿Sabes algo de CEL, nuestra amiga virtual común?
Gracias.
Mañana vuelvo.

Águila libre dijo...

Hola: si quieres te respondo, me falta poquito para los innombrables...... años.

No pasa nada, sólo un poco más de arrugas, cuesta más bajar los kilitos de más y punto. Ya los compañeros de las niñas me dicen tía y les daría un combo, jaja y cuando me encuentro con un ex, o me llaman, porque ese si es algo que no entiendo, aparecen ex de hace 20 años, que para mi pasaron a ser perfectos desconocidos, de quienes sólo recuerdo el nombre, la verdad es que no sé que quieren.

Volviendo al tema, para mi el pasado es pasado, y como pasado enterrado. No se puede vivir pensando en lo que pasó o no pasó, hay que vivir el presente y ya. Y a esos pasados que vuelven y que han sido la mayoría, los devuelvo a su propio presente. Ya no queda nada, apenas un leve recuerdo y la verdad me dan lo mismo.

Muchos cariños,

María Paz

CEL dijo...

Amigo Ira, te cuesta admitir el paso del tiempo y que las decadas no significan nada que más da 39 que 40, lo mejor es aceptar todo lo bueno que tiene el madurar o envejecer como quieras llamarlo, yo este año entro en la decada de los 60, y el otro día hablando con mi hija le decia, estoy pasando por la epoca que tendria que ser la mejor de la vida, tengo los hijos emancipados con sus trabajos y sus casas viven bien tienen salud. Nosotros ya tenemos todo pagado muchas ilusiones cumplidas, tiempo para dedicarnos, y planes y ganas de cumplirlos, que más se puede pedir, asi que piensa en aprovechar cada decada que pase seguro te esperan sorpresas y a pesar de los sinsabores que nos depara la vida, hay que saberlos endulzar y recordar todo lo bueno que nos pasa cada día cada mes cada año.
No es conformismo es mi manera de entender esta vida fugaz, que se escapa y corre como agua entre las manos,para que amargar lo que nos es dado para ser feliz,la felicidad no existe nos la tenemos que creear nosotros, intentalo y disfruta de todo tu alrededor y de cada pequeña cosa saca el néctar más preciado y de lo hermoso que te suceda acaricialo y guardalo en el lugar más cercano, para tenerlo cerca y revivirlo.

Un fuerte abrazo Eduardo.


PD.
UYYYYY,UYYYYY,UYYYYYY, grita CEL a su amigo chileno.
Amigo a mi persona no le pasa nada, pero pasan cosas que te dejan conmocionada y te alejan de la normalidad de cada dia, asi justifico mi falta por estos mundos de la red.
Siento haberos preocupado, no he sido conciente de que mi ausencia ha sido larga.
¡¡Me emociona ser importante para mis amigos!!.

Un Beso.