lunes, abril 30, 2007

Día del Trabajo

Todos hemos escuchado más de alguna vez aquella frasecilla que dice: ‘El trabajo dignifica’. Partiendo de la base de que todos entramos de lleno a la vida laboral una vez finalizados los estudios (o antes), debemos entender que todos somos dignos por el solo hecho de trabajar.

Desde tiempos inmemoriales, trabajar ha sido parte importante en nuestras vidas tendiente a satisfacer nuestras necesidades. Conforme han pasado los años y con ayuda de la bendita publicidad, estas necesidades han ido en aumento exponencial y a las básicas se les ha agregado un sinnúmero de otras que exigen un mayor esfuerzo en términos de tiempo y dinero. Ya no basta con vestirse, comer y tener donde vivir, hay que ir por lo mejor. Esto ha transformando nuestra existencia, llevándola de un ‘trabajar para vivir’ a un ’vivir para trabajar’ y con ello hemos desarrollado una exquisita vida paralela, llena de hermosos conceptos como metas de producción, evaluación de desempeño, clima laboral, etc.

Nuestra vida personal está llena de personas de actitudes reconocidas y hasta cierto punto predecibles, los amigos y la pareja son de propia elección, la familia está con nosotros desde nuestros inicios y todos ellos entregan espacios seguros que solo se ven truncados por el azar. Las personas que vienen en el paquete laboral son francamente difícil de manejar, encontramos en ellas algo más parecido a los ‘Pitufos’ en cuanto a caracteres, un zoológico humano impuesto, que hace de nuestra vida paralela un campo minado donde caminar se convierte en toda una aventura impredecible.

Ya sean jefaturas, colegas o subordinados, es imposible no encontrar en ellos, a toda la fauna humana existente condensada. Aquí encontramos a la fea que se siente linda y se viste pomposamente intentando reflejar la finura que no posee; El ‘sabelotodo’, al que es imposible rebatir cualquier cosa, aunque esté en un error; La que se equivoca en cada procedimiento y aún así es perdonada por contar con la venia de los jefes; La que se siente inamovible y parte del inventario de la compañía por llevar mas de 15 años trabajando en ella. El que lleva sus problemas personales al trabajo y contagia con su humor voluble; La que escucha con empatía, para después hacer uso de aquella información secreta a modo de cotilleo; La que trabaja sin necesidad de hacerlo y lo verbaliza a cada instante; El de dudosa sexualidad; El que siempre está feliz; La que siempre sufre, etc… La plantilla se repite aún cuando cambiemos de trabajo, aunque con otros nombres, estaturas, edades, géneros e historias personales.

En cuanto al trabajo mismo, más de alguno pensará que basta con desempeñarse en tareas de gusto personal en un lugar de propio agrado, pero en países como los nuestros, en que la vocación ha sido anulada por el insaciable amor al dinero, esto parece imposible. Cada uno hace lo que puede y no lo que quiere o estudia lo más rentable aun cuando no se tengan las aptitudes requeridas. Es fácil de este modo encontrarse con guardias de seguridad de metro y medio de estatura, profesores tartamudos, niñeras con malos hábitos, médicos que someten a cirugías innecesarias, etc. Las empresas o los empleadores son en esto grandes culpables al permitir este desorden, claramente un guardia de banco, de dos metros de estatura sería más costoso. Este tipo de contrataciones les permiten un ahorro considerable en cuanto a sueldos, desvirtuando con ello el fantástico, real y complejo concepto de meritocracia, relegándolo tan solo a nivel de metas de producción.

Es de potestad personal el hacer de nuestro trabajo un placer o un tormento. Con mucho criterio, vocación y entendiendo que no debemos pasar la vida trabajando duro para después retirarnos en nuestra vejez a curar las enfermedades que ganamos en nuestro período de utilidad laboral, lograremos que el trabajar no sea un indigno y necesario suplicio y asi… Cresta!!!! Viene mi jefe!!!, mejor cierro esto antes de que me pille!!!.




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16 comentarios:

Irarrazabal dijo...

Feliz día del trabajo a todos!!!

Águila libre dijo...

jajajaja, buena, predicando y no practicando.

Lamentablemente son pocos los que se pueden dar el gusto en trabajar en lo que les agrada o en lo que estudiaron. Hay que trabajar para vivir y si hay que vivir para trabajar, cuando estan de por medio otras personas, hay que hacerlo nomás. Es la triste realidad de nuestro país.

Por los trabajos mal remunerados, siempre pensando que los pueden echar y los ambientes como los describes, siempre con alguien que quieres aserruchar el piso, sumado al transantiago ahora, la gente está enferma, sino no se explica tanto estres, depresiones y enfermedades varias.

Lamentable, estamos en una sociedad donde a mi edad ya se es vieja y no sirves para nada y si me contratan es por tan poco, que no vale la pena trabajar, por eso sigo cesante.jajaja.

Muchos cariños,

María Paz

José Ignacio Santa Cruz dijo...

Como todo es relativo. Yo hago como que trabajo físicamente, técnicamente tipeo todo el día, pero normalmente el 90% de mi trabajo es cerebral no tangible.

A todo esto ¿No es mañana? ¿En que meridiano estás Ira?

Y no puedo evitar replicar el comentario de María Paz, mi madre bordea los 60 años y está trabajando hace menos de 2 años en una empresa. Así que, al menos a mi parecer, no es cosa de edad, sino de ganas de sentirse útil. Más allá de lo poco que puedan pagar, mejor ganar poco a no ganar nada, no se puede ser pobre y más encima regodión.

alikis dijo...

Trabajar para vivir, vivir para trabajar....cuál es la diferencia?

Feliz día Ira, usted si que es todo un trabajólico. Esa agencia secreta lo está explotando.
No me digas que mañana también trabajas......

Saludos nocturnos

rafico dijo...

Que a uno le paguen según los resultados, está bien, pero que le digan a uno, que le van a pagar menos de lo que anteriormente devengaba, eso quiere decir, que mi esfuerzo en dicho trabajo debe ser menor?

Con que a uno le paguen bien, que importa en donde se trabaje..., pero que tipo de responsabilidad le cabe, sabiendo que para quien se trabaja está en la ilegalidad?

Alrededor de nuestro trabajos se manifiesta cuestiones éticas... de hecho hay circunstancias que superan la realidad...

Un abrazo...

Paula García dijo...

Mme alegra muchísimo encontrarte por estos lados.. yo te buscaba en De amor, dolor, odio y demencia... sin saber que estabas aquí.
Buenísimo tu post. Es verdad el trabajo es un ajungla y si de mi dependiera la verdad es que mañana no volvería a trabajar.. sólo voy porque lo necesito, nada más... lo otro, lo necesario.. está afuera. te dejo un abrazo!

kozmicboy dijo...

a veces los trabajos más gratificantes son los que no son remunerados con dinero, y las malas condiciones en el trabajo son cosa universal. yo si pudiera, anda que iba a realizarme trabajando con todas las cosas interesantes que hay por hacer,
saludos!!

Naky Soto Parra dijo...

Ira querido:

Tenía unas semanas perdida, pero bueno, vuelta a empezar y contigo siempre con una mini protesta encima porque tu perspectiva siempre me hace revisar la propia.

Alguna vez tendremos el chance de sentarnos a conversar y de repente en diálogo agarro yo la transversal que te hace narrar las historias desde esa vereda tan ruda, la más de las veces ingrata... porque el mundo laboral también es nutritivo Ira, también nos trae gente fabulosa para conocer y compartir, porque a ratos la vocación se reaprende y terminas agradeciendo no haber ejercido una disciplina distinta a la que elegiste, porque ciertamente trabajar dignifica y nos hace útiles a nosotros mismos además de todas las utilidades ya mencionadas.

¡Feliz este y felices todos tus días, mi trabajador amigo!

Un abrazo en mayo,

CEL dijo...

Yo como siempre debo ser un bicho raro, he trabajado para vivir y he vivido de mi trabajo, el cual he realizado durante mas de 35 años, con profesionalidad y satisfecha de la labor realizada, no porque estubiera el jefe cercano, sino por mi ética profesional y porue me ha gustado trabajar.
Hoy ya no estoy en el mundo laboral, me retiro la enfermedad, pero guardo un buen recuerdo.

Un abrazo.

Rein dijo...

el trabajo da para mucho... según lo que menciona la OIT creo que pertenezco a ese afortunado 1/3 de los que tienen un trabajo digno y que a uno le gusta.. ojalá fuera algo masivo.. pero nada en la vida es fácil..
slds
rein

Carolina.Mosso dijo...

Yo, nuevita en estas lides, comparto totalmente lo que dices.
Finalmente, como todo en la vida, más depende del ojo con que se mira que el objeto en sí mismo: de uno depende hacer su trabajo, su vida, un algo amable (en todo el sentido de l palabra).

Un abrazo desvelado,
C.

Anónimo dijo...

geniaaal el blog ,
vas a camino de hacer el record de comentarios
enhorabuena

Carolina.Mosso dijo...

Paso por acá, nuevamente, porque me dejaste un mensaje desvelado anoche.
"¿Hablemos?", dijiste, y no entendí mucho la pregunta.

Un abrazo (ahora despierto)
C.

Clarice Baricco dijo...

Si yo no tengo trabajo puedo enloquecer...ufff.

Trabajemos hasta en nuestras letritas. Ya lo hiciste con este texto valorando.

Te quiero preciosoooo, lo sabes..y no dejes de trabajar.

Besotes soleados

Pirzen dijo...

Eso es....
somos pilas...
nuestra vida no sirve de nada, a cambio de la energía de la cual podamos proveer a la empresa que nos acoge....

mis saludos

Rafael dijo...

Uff yo estoy haciendo práctica casi 30 horas a la semana y a fin de mes recibo sólo dignidad...


Saludos!