lunes, septiembre 25, 2006

Lado B


Sabía que sucedería. Tarde o temprano mi Yo interior intentaría dominar mis letras y sacarlas del orden que por tanto tiempo he logrado mantener a fuerza de autocontrol, mismo que en ocasiones se reduce sólo a un apretar de dientes.

Esto soy Yo. Conviven en mi la maldad extrema con la bondad absoluta; La sanidad mental cuando se trata de ayudar a quien lo necesita con la potencial esquizofrenia cuando llega la noche y me siento solo, que es cuando he de llamar al mismo diablo clamando por compañía.

Manejo al dedillo una impecable ironía aprendida a golpes de vida, que mezclada con una mirada gruesa y decidida han hecho retroceder en silencio a cualquiera que ose intentar decir o hacer algo que vaya en desmedro de mi autoestima, incluso a quienes me aman y amo. Notables han sido las lágrimas derramadas por quienes se han atrevido, pues con solo unas pocas palabras políticamente correctas, siempre en un tono pausado y sin sobresaltos, han echado pie atrás. Cada una de esas lágrimas representa un triunfo y he anotado cada uno de sus nombres con el fin de no olvidarles jamás, aunque ya no recuerde sus rostros, siempre los tendré en la cabecera de mi memoria por si algún día se les ocurre aparecer y logran evadir la indiferencia.

Del mismo modo, he manipulado al mundo entero con mi llanto. Muy pocas personas me han visto llorar y quienes lo han hecho han debido olvidarlo, divulgarlo sería su sentencia de muerte absoluta, muerte que solo existirá en mi cabeza, pero eso bastaría para eliminarlos de mi historia. Lo mismo corre para quienes me engañen, antes de ser relegados a la calidad de inexistentes deberán ser blanco de cada uno de mis maldiciones, convencido de que el poder de la mente sobrepasa a cualquier destino.

Mis besos son escasos, quienes han tenido el privilegio de caer en el embrujo de mis labios han vuelto por más y han rogado por obtenerlos. No soy hombre que malgaste su boca, por lo que un solo beso basta y sobra para entender que nadie es mejor que yo. Quienes me han amado han enloquecido al perderme.

En la cama es mi deseo el que se impone y la satisfacción es solo unidireccional hacia mí. Utilizo cuanto quiero y desecho cualquier forma humana al instante mismo de acabado el encuentro. Si alguien tiene la suerte de estar conmigo sexualmente, sólo remitase a sentir placer, es lo único que obtendrá de mí.

Soy un ser solitario por decisión propia, nada ni nadie me hará confiar en nada ni en nadie. He logrado paz interior a fuerza de tomar distancia. Miro y estudio cada uno de los movimientos de quien se quiere acercar.

Soy egoísta, egocéntrico, ególatra y sarcástico. Rencoroso, narcisista, arrogante y vanidoso. Indolente, ateo, bisexual y mentiroso. Miento para no sentir, miento para no perdonar… miento. Sobre todo ahora que he descrito todo lo que quisiera ser para no sentir que me estoy hundiendo y que soy débil. Supongo que es la esquizofrenia la que ha hablado o el vacío inmenso que siento en estos momentos.

Sabía que sucedería, tarde o temprano tendría que pesarme el hecho de ser como soy.

lunes, septiembre 18, 2006

Puro Chile?

Nada identifica mejor a un pueblo que su música, su vestimenta y sus actos.

Ya al escuchar los panderos y los violines en los acordes árabes, visualizamos los movimientos de las odaliscas, los velos, camellos, arena y sol. Una mezcla que genera un clima de extremo misterio y sensualidad.

España golpea castañuelas y rasga guitarras generando pasión con sus acordes, pasión que se traspasa a los faldones y tacones de sus bailaoras.

México y sus guitarrones, junto con sus trompetas y letras que hablan de sueños rotos que invitan a dormir las penas con tequila.

En Sudamérica, Argentina posee uno de los ritmos más elegantes, distinguidos y sensuales del mundo. Es imposible no despertar algún suspiro al escuchar los bandoneones y contrabajos, todo ello mezclado con letras de profundo dolor o impacto social que se han vuelto atemporales. Aunque con ascendencia francesa, el tango ya es parte de Argentina.

Así nos encontramos con la identidad propia de los países reflejada en su música y vestimenta sin importar el lugar geográfico en el que se encuentren. Los chinos con sus flautas, platillos y quimonos, los peruanos con sus zampoñas y ponchos de alpaca, los hindúes con sus platillos y túnicas, los brasileños con sus tambores y… semidesnudos. Todos parecen tener elementos propios y una imagen definida, todos, absolutamente todos, pero… ¿Qué hay de representativo en los chilenos?.

La Cueca, es el baile nacional chileno que nace del cortejo que el gallo hace a la gallina, donde el macho persigue a la hembra y es acompañada con música alegre, compuesta principalmente por guitarras. Extrañamente es tan poco difundida que sólo es posible escucharla y bailarla en las fechas de fiestas patrias. Nuestro baile nacional es propio pero no es un elemento reconocible mundialmente, tanto así que al preguntarle a algún extranjero por los bailes característicos de Argentina y Chile, encontrará respuesta solo para el caso de nuestros vecinos y hasta con mímica. Por otra parte, el traje típico del Huaso chileno y la flor nacional, el Copihue, son representativos solo de la parte central del país y no de su totalidad. Lo mismo pasa con el Cóndor y el Huemul, animales autóctonos. Nuestra bandera no se salva, la bandera del estado de Texas en EEUU, es en extremo similar a la nuestra. Ni hablar de la comida, toda con clara influencia española.

Es más, si se ingresa la palabra Cueca o Huaso en cualquier procesador de texto, este no logrará reconocer su existencia, dejándola subrayada en rojo, alertando la no existencia de dichas palabras y menos su significado.

Así y todo es posible encontrar una fuerza interior especial en cada chileno, algo que traspasa toda frontera, lógica y tiempo. Aún es posible encontrar a familias que lloran y buscan a los desaparecidos hace 3 décadas, durante el gobierno militar, que claman justicia con la misma fuerza que el primer día, sus contrapartes aún vitorean al ex gobernante militar con la misma pasión. Imposible quitar de la retina mundial la apocalíptica marcha de los estudiantes y la torcedura de mano que le hicieron al mandato de turno. Del mismo modo, la expectación global estuvo sobre la elección de la primera presidenta mujer de Chile, muchos lloraron al escuchar las palabras de una de las voceras gritar: ‘Tenemos matria’.

Se dice que hay un chileno en cada parte del mundo, es más, se dice que todos en el mundo conocen o han conocido a un chileno. Somos uno de los países más poderosos de Sudamérica, el dinero entra a raudales aunque parece estar bien guardado. El país se paraliza por completo y corre en ayuda de alguna localidad presa de algún desastre natural. Somos un país con forma de calcetín, al que le han ido quitando parte de sus tierras al sur y del que se quiere arrebatar parte del mar al norte, en forma solapada, claro, pues de seguro se nos teme. Quizás se trate del gen mapuche que se quedó enquistado luego de la mezcla obligada con los españoles, no tendremos emblemas patrios, música ni vestimenta distintivas e identificables afuera, nuestra música no será jamás escuchada masivamente, pero claramente esa fuerza existe y es reconocible en todo el mundo.

Viva Chile, mierda!!!

lunes, septiembre 11, 2006

Hechizos y Brujerías


Hablar de brujerías nos traslada inevitablemente a los tiempos en que en la localidad de Salem (Massachussets, año 1600) se quemaba en vida a quienes no pudieran comprobar que no la practicaban. Dos siglos antes, en Europa, la horca y la hoguera nacían para acallar a las masas hambrientas de justicia.

En ambos casos, ante cualquier situación que fuese en desmedro de alguien y que no tuviese explicación lógica (como una enfermedad no reconocida por los médicos de la época), los cordeles, las tarimas y el fuego se preparaban esperando el nombre de quienes tuviesen alguna razón para ver sufrir al supuesto embrujado. Incluso bastaba con ser presa de las voces de la esquizofrenia para ser el blanco perfecto del tribunal antibrujas.

En Latinoamérica, el Vudú, cuyos orígenes se encuentran en las costas africanas, ha sido mitificado como el ‘arte’ de la magia negra. Con su foco en Haití, ha acarreado por decenios con el estigma de ser extremadamente oculta, dañina y oscura.

Hoy en día, la brujería ha dejado de ser vista como una fuerza propia de algunos seres de mal aspecto y se ha masificado. Solo basta con tener un deseo e ingresar a un navegador de Internet palabras como hechizos, conjuros o brujerías para entrar a un mundo de soluciones mágicas a todos nuestras carencias afectivas, de salud o monetarias.

Extrañamente, todas las ‘recetas’ que encontraremos hacen una diferencia rotunda para cuando se trata de magia blanca o negra y esto se puede ver fácilmente tanto en los ingredientes, como en su ejecución, así como en sus resultados.

Para encontrar el amor se necesita hervir por media hora pétalos de orquídeas blancas con una rama de canela (previamente se debe haber pasado la noche con esta rama en la ropa interior), agregar el líquido resultante junto con tres gotas de sangre del dedo índice de la mano izquierda en una tina blanca rodeada de velas color rosa y tomar un baño, procurando repetir frases como ‘que el amor que sientas por mi sea insuperable en fuerza y en tiempo’, hasta que las velas se hayan consumido por completo. Luego del baño, recolectar los pétalos y la canela, molerlos, dejarlos secar al sol y preparar un brebaje con té verde o de jazmín y darlo de beber a la persona a quien se quiere enamorar. Antes de que termine de consumir la poción, deben haberse mirado a los ojos al menos tres veces y ambos deben pronunciar la palabra amor la misma cantidad de ocaciones.

Si el motor es el desamor, nada mejor que una fotografía del ser odiado enterrada en el patio de la casa con un puñado de tierra de cementerio.

Llama la atención que cuando se trata de deseos ‘blancos’ los componentes, así como su elaboración, rayan en lo imposible, mientras que para la brujería impulsada por el odio, basta tan solo con odiar. En cuanto a los efectos, en el primer caso se puede deducir que, de lograr pasar la barrera de la indigestión de la persona amada o si esta llega a volver a vernos después de que se le presente semejante tarea, con suerte y voluntad lograremos sacarnos la etiqueta de extraños. En el segundo, el odio hará lo suyo.

Para todos los efectos, siempre estará a la mano un hechizo hecho a la medida de nuestras necesidades, solo basta tener un sentimiento que nos mueva, paciencia y dedicación, pero existe una cláusula inherente: ‘Todo sortilegio se devuelve, tarde o temprano, por triplicado’.

A pesar de estar lejos de los tiempos en que los seres humanos eran calcinados por estas prácticas, aún hoy en día podemos ser presas de una hoguera que castiga a aquellos que osen caer en la brujería, una más poderosa que el mismo fuego, de la cual es imposible salir una vez que se ingresa y que consume el alma con cada maleficio: La hoguera del deseo.

lunes, septiembre 04, 2006

El arte de besar


Sin duda uno de los actos más instintivos del ser humano es el de besar. Desde nuestra niñez, intercambiamos besos como muestra de afecto, ya sea en la mejilla, frente, manos e incluso en los ojos. No obstante, es el beso en la boca el que posee mayor carga emocional, pues va de la mano con el sentimiento más poderoso, el amor.

A cierta edad, comúnmente en la adolescencia, este beso pasa a ser un tormento para quienes jamás han unido sus labios a los de otros, pues la idea de no saber cómo actuar cuando el momento llegase causa más de alguna psicosis.

Todos fuimos, en menor o mayor grado, presa de esa angustiante espera, imaginando el instante exacto de cual solo sabíamos que llegaría, pero no cuándo y mucho menos cómo. Así mismo, todos en algún minuto, impulsados por el mismo miedo, pasamos horas frente al espejo practicando lo que sería nuestro primer beso. Quien diga que no utilizó para ello duraznos, una mano empuñada o el mismo espejo para simular, simplemente miente. Algunos fueron más allá y, alentados por las ganas de hacerlo bien, echaron mano a amistades cercanas que, por supuesto, estaban en la misma situación.

Es que el beso boca a boca ha sido siempre un enigma para los labios vírgenes hasta que se concreta y, así como otros hechos de nuestra vida, será el primero el que genere recuerdos, trancas y emociones imposibles de borrar. Lo cierto es que, conforme pasa el tiempo, difícil es saber si mejoramos o no nuestra técnica y jamás sabremos si lo hacemos bien o no, pues por alguna razón la contraparte siempre se oculta el juicio cuando es negativo.

Considerando que somos autodidactas en la materia y que nadie nos dirá si lo hacemos mal, ¿Cómo lograr que nuestros besos enamoren?

Una vez superado el trance del primer beso, el resto parece simple, pero al no existir manual alguno que hable del correcto modo de besar no queda opción más que perfeccionar la técnica con el tiempo y empíricamente. Es así que notamos diferencias en el modo, según cada persona que besamos y es tan fácil dejarse engañar por unos labios tentadores y de los cuales presuponemos que quedaremos prendados después de unirlos a los nuestros, pero no siempre sucede. Al contacto de los labios le siguen la presión que estos ejerzan, el ritmo, los aromas, la lengua, la piel y hasta la postura del cuerpo y las manos. Todo en su conjunto hará de un beso una experiencia sublime o un simple fiasco. Para quien se encuentre en plan de conquista el beso pasa a ser una prueba de fuego, si uno de los factores anteriores falla, podremos estar seguros que la relación no perdurará.

Para todos los efectos, sea usted casad@ o se encuentre frente a la potencial alma gemela, procure estar atent@ a la reacción de su pareja ante un beso suyo, si nota algún rechazo luego de unos segundos de unión, puede que su forma de besar no sea del todo correcta o que no haya mejorado. De todos modos puede estar seguro de que siempre tendrá un espejo cerca para practicar o, de lo contrario, dedíquese a besar en la frente o en los ojos.