viernes, diciembre 29, 2006

Cuenta Regresiva


De 10 a 1 en cuenta regresiva. En nuestros ojos, las atentas miradas de nuestros cercanos. Con las copas en la mano esperando a ser llenadas y con los brazos alzándose con cada número dicho al unísono, sin nada más en nuestra mente que la decena en reversa, aguardando el momento justo en que el cero sea reemplazado por el grito a viva voz de: ‘Feliz año nuevo!’, el que dará rienda suelta a las cábalas propias de la fecha, como las 12 uvas, ropa interior amarilla, el dinero en nuestras manos y/o la cucharada de lentejas, para que luego un abrazo nos haga comenzar un nuevo respiro que durará otros 31.536.000 segundos.

Son solo diez segundos los que nos trasladan de un año a otro, son los diez segundos más importantes del año, para muchos los más esperados y para otros, los más odiados…

Nadie está ajeno al enigmático poder que ejerce el final de cada año y que nos lleva a realizar un repaso de todo lo vivido en tal período. Una especie de recuento de daños, logros, alegrías y perdidas; sueños cumplidos, inconclusos y en deuda; errores, aciertos y vergüenzas; alegrías, tristezas, y enojos. Quizás se trate del acto inconsciente que nos sugiere el concepto de ciclo, que al terminar, nos obliga a recordar todo lo hecho durante este y replantearnos para crecer y continuar, tal como lo haríamos al finalizar nuestros estudios, al casarnos, divorciarnos o al cambiarnos de trabajo.

Inconscientemente también, el fin de año aparece para muchos como un salvavidas curativo que llega para reordenar todo mágicamente. Una especie de meta, donde sentimos que todo lo malo desaparecerá apenas se reinicie el calendario en un nuevo año. Las enfermedades desaparecerán, el dinero se multiplicará y las deudas disminuirán, el amor al fin llegará o volverá, etc.

Así mismo y contradiciendo todo sentimiento espontáneo, el comienzo de un nuevo año nos invade de inseguridades a medida que el se acercan los 10 últimos segundos, llevándonos a hurgar en arquetipos milenarios como el del horóscopo chino en busca de elementos que nos den algún grado de seguridad. Tal calendario oriental imputa características y propiedades animales a los próximos doce meses, permitiéndonos descifrar lo que nos espera o al menos saber a que atenernos mientras dure su regencia. Así podremos, fácilmente, justificar cada uno de nuestros errores o mala fortuna según el defecto del fauno correspondiente, pues lógicamente nuestro ego nos obligará a atribuir los logros únicamente a nuestro propio esfuerzo.

En este caso, el Jabalí o el Cerdo guiarán los destinos del 2007. Intentemos decifrar lo que se nos viene para el próximo ciclo según sus cualidades.

Estos animales tienen una piel gruesa, pero sensible, lo que nos llevan a pensar que se nos aproxima una temporada de duras pruebas que no harán mella en nuestro esfuerzo, aunque estaremos alertas a cada pellizco del destino. Si ponemos atención a su gruñido característico, mezcla de maullido de gato histérico con grito de bebé, podemos entender que se avecina un etapa llena de acaloradas discusiones, las que serán resueltas dependiendo del estado de ’domesticación’ en el que nos encontremos. Sus piernas cortas y movimientos rápidos nos dan cuenta de lo agitado que estará el 2007 en todo aspecto. Dada su asociación mundial del cerdo con el ahorro, claramente estaremos frente al año de mayor bonanza económica o, simplemente, mantendremos nuestros ingresos bajo resguardo.

En síntesis, será un año de abundancias, salvaje aunque domesticable, suculento, pesado, redondo y un tanto hediondo aunque esto último es imposible de interpretar.

Al final del año del cerdo, estaremos preparados para juntarnos a corear nuevamente los últimos segundos desde el 10 hasta 1, con los brazos llenos de buenos deseos, un capítulo más de nuestra historia escrito, la mejor de las compañías, uno que otro elemento cabalístico y la esperanza de que el próximo animal coincida con nuestros anhelos o, al menos, no de la impresión de que apesta.



Feliz y aromático 2007 para todos!


Desde aquí un fuerte abrazo (inodoro).

martes, diciembre 19, 2006

The E¡ True Universal Story: Santa Claus


Pocos personajes han sido de tanta relevancia en nuestras vidas como él y extrañamente desconocemos absolutamente todos los pormenores de su existencia.

En los próximos minutos usted se enfrentará a la realidad de este personaje, sus manías, deseos, logros y frustraciones. Será testigo de sus mejores y peores momentos. Una exhaustiva investigación, fruto de viajes por todo el orbe recabando información fidedigna que da como resultado:

La Biografía de Santa Claus.

Nicholas nació en un pequeño pueblo de un país bananero ubicado al norte de la línea del Ecuador. Hijo prematuro de un Ruso y una mulata caribeña, pasó gran parte de su niñez sumido en la extrema pobreza intentando comprender lo que trataban de decirle sus padres en tres idiomas: Ruso, español y señas, lo que le trajo enormes problemas de lenguaje asociado a lo que muchos burlescamente llamaron ‘Rusoñol’ y que derivaron en la rotunda marginación de sus pequeños contemporáneos. Dentro de sus grandes frustraciones se encuentra el rechazo de sus amigos de barrio cada vez que, para su cumpleaños, recibía matriuskas creadas por su padre y que intentaba integrar a sus juegos infantiles sin resultados positivos, solo terminaban por alejarlo más del mundo, haciéndolo sentir diferente.

Su juventud no fue menos solitaria, los ardores propios de la adolescencia se veían frustrados por el rechazo de las jovencitas que veían en él a un engendro deforme. Dueño de una piel rosácea, una negra y rizada cabellera y un limitado lenguaje, fue consciente de que sus diferencias eran notorias y culpaba a sus padres por ello. A la edad de 20 años tomó la decisión de abandonar su hogar y vagar por el mundo esperando encontrar el lugar preciso donde fuese aceptado y comprendido sin mayor cuestionamientos. Logró recorrer el planeta entero y en cada uno de los países que conoció desarrolló una identidad distinta: Fue cantante en Suecia, malabarista en Francia, asesino en serie en Londres, guardia papal en El Vaticano, tragafuegos en Italia y travesti en España. Fue artista circense en Canadá, taxista en Estados Unidos, cosechó flores en Venezuela, fue pescador en Chile y lustrador de botas en Argentina. Fue cazador de leones en África, adiestrador de perros en Irák, algodonero en Egipto, carpintero en Mongolia, proxeneta en China y luchador de sumo en Japón.

Conforme cambiaba de localidad adoptaba un nombre distinto buscando con ello ocultar cualquier etiqueta que permitiese reconocerlo y así poder escapar de cualquier estereotipo. Fue así que se presentó como Claus, Sinterklaas, Noel, Baboo, Nic, Clawss, Samiklauss, Dun Che Lao, Julemand, Weihnachtsmann, Jultomten, etc.

Sacó partido de cada una de sus experiencias y a pesar de su extraña fisonomía, potenciada con un sobrepeso notorio después de sus orientales incursiones, a la edad de 60 años logró amasar, manejar y acrecentar una incalculable fortuna cuyas unidades eran directamente proporcionales a la cantidad de hijos que a la fecha había engendrado producto del tardío destape sexual ocurrido una vez que descubrió que el dinero podía comprar amor. Consciente de su dura niñez, se hizo la promesa de no ser un padre ausente, conforme iba aumentando el número de críos la promesa era imposible de cumplir y la reformuló… al menos, de regalarles algo sería una vez al año y definitivamente no serían matriuskas.

En 40 años recorriendo el mundo al fin sentía que le había ganado a la vida. Su otrora negra y motuda cabellera había dado paso a una plateada y larga melena que concordaba con su rosada piel y hacía juego con una espesa barba. Era tiempo de dedicarles a sus incontables hijos la alegría que el nunca tuvo, para ello contactó a sus viejas amistades cultivadas en su paso por el circo, que en ese tiempo eran juveniles payasos enanos y que ahora limosneaban en las calles de Canadá convertidos en vetustos seres pequeños. Armó una pequeña casa en el Polo Norte e instaló en ella un taller, instruyó a sus nuevos empleados sobre las artes de la madera y la juguetería aprendidas a su paso por Mongolia, haciéndoles firmar un contrato de por vida cuya remuneración se reducía a comida y abrigo. Eliminó de su vocabulario todo atisbo idiomático que pudiese ser identificable o cuestionable, reduciendo su lenguaje a un simple JOJOJO cuya intensidad vocal daba la intensión a lo que quería comunicar, uno pausado y dulce mostraba señas de gratitud o alegría, mientras que uno enérgico y duro dejaba ver su molestia.

La promesa debía ser cumplida, cada fin de año entregaría un presente a cada uno de los hijos que había desparramado por el mundo entero, pero el trabajo era demasiado para unos cuantos pequeños hombrecillos, por lo que despojó al mundo entero de cuanto enano existía sobre la faz de la tierra y abrió sucursales en todo el mundo apelando al nuevo concepto de globalización. Nuevos materiales como plástico, hierro y últimamente chips computacionales serían utilizados en sus regalos, apelando a la conservación de la naturaleza y a lo duradero que resultaban.

Se desconoce su paradero exacto en la actualidad, algunos dicen que murió dejando a los enanos el deber contractual eterno de la construcción, despacho y entrega de los juguetes. Otros, más osados, se aventuran a afirmar que la mezcla racial de sus genes, sumado a un pacto con el demonio, le habrían dado vida eterna y que en estos momentos se encontraría viajando por el mundo engendrando más hijos para así dar continuidad y sentido a su labor. Lo cierto es que su imperio perdura hasta el día de hoy y aunque es posible encontrar errores graves en el proceso de producción con artículos defectuosos o entregas erróneas su nombre ya se ha convertido en marca registrada.

Fue imposible entrevistar a sus empleados que, a estas alturas, no entendían palabra alguna en ningún idioma y solo se escondían temerosos al oír alguna risa nuestra semejante a un JOJOJO.

De la esposa, de nombre Sra. Claus, nunca se supo. Al cierre de esta nota recibimos la información extraoficial que se trataba de una muñeca inflable fabricada de caucho por los propios enanos para el entretenimiento del patrón.

Del mítico Rodolfo, el reno de la nariz roja, descubrimos que se trataba del amigo imaginario de Nicholas en los tiempos en que parecía huir de su solitaria niñez.

Y del traje rojo?, pues lo auspició Coca-Cola.

domingo, diciembre 10, 2006

Augusto Pinochet


Ha muerto uno de los hombres más poderosos de la tierra en los últimos años, un hombre que fue capaz de cambiar el eje social, mental, cultural y político de Chile, un hombre que censuró el libre pensamiento por más de 15 años bajo ley constitucional y a cuyo nombre se enlaza la responsabilidad de más de 3000 muertes, estafas millonarias y la división del país en términos de pensamiento y visión. Ha muerto Pinochet.

Fue seguido por muchos, sus adherentes han demostrado una incondicionalidad a prueba de toda lógica. Aún hoy, es posible ver en las techumbres de los hogares de sus seguidores las banderas izadas a tope el día 11 de septiembre de cada año en señal de alegre conmemoración y en sus salas, la fotografía enmarcada que muestra la gallarda figura del ex dictador, luciendo su traje de capitán general de las fuerzas armadas y con la banda presidencial, de seguro en este momento, esas mismas fotografías han de estar colmadas de velas encendidas en son de luto. La pasión de sus partidarios es comparable a la devoción de un creyente de una secta religiosa a su dios o a la de un adolescente frente a su ídolo musical, tal fervor los llevó a estar presentes en cada una de las apariciones del ex dictador incluso después de terminado su mandato, más aún durante su arresto en Londres donde mezclaron su apoyo con lágrimas y por supuesto hoy, en su muerte.

Fue odiado por tantos otros que veían en la figura del ex comandante la imagen de un asesino. Cada una de los familiares de los desaparecidos dio una batalla constante a base de consignas, panfletos, marchas y reuniones… Siempre unidos, con la imborrable imagen de sus mártires colgadas al cuello y con el perpetuo dolor que provoca la incertidumbre de no saber que fue de aquellos a quienes tanto amaron. Fueron estos eternos deudos, la inspiración del cantante norteamericano Sting para crear la canción ‘They Dance Alone’, en donde se plasman una de las primeras críticas directas venidas desde el exterior hacia el ex dictador y en cuyo video se muestran imágenes de mujeres bailando la ‘cueca sola’ (baile nacional que originalmente se desarrolla en pareja). Sus detractores izan la bandera nacional a media asta cada 11 de septiembre en clara señal de duelo y sus voces de protesta y justicia no callaron incluso en los tiempos del régimen militar, menos aún durante su arresto en Londres donde mezclaron su clamor con alegría y por supuesto hoy, en su muerte.

Muere Pinochet y se lleva a la tumba todos sus secretos, culpabilidades, logros y derrotas, poniendo fin a un importante capítulo de la historia de la humanidad y dejando a su paso preguntas sin resolver, llantos desconsolados, enfervorizada alegría y un sistema judicial cuestionable en su actuar, que no fue capaz de terminar lo que Inglaterra comenzó.

Considerando que el dolor, el odio y el amor son sentimientos heredables, es de esperar que Chile siga manteniendo la pasión bipolar que ha demostrado hasta hoy. Las banderas seguirán siendo izadas a tope y media asta cada 11 del mes 9, de seguro y con el tiempo saldrá a la luz pública más de alguna historia cuestionable y pasarán siglos antes de que su imagen se borre del mundo.

Es curioso como este hombre, que se jactaba diciendo que en Chile no se movía una hoja sin su consentimiento hoy haya llegado al final de su vida con la pérdida absoluta de todos sus honores y con la carga de haber sido uno de los hombres más importantes de la historia. Extrañamente y como si de una jugarreta burlona del destino o como si de un designio de justicia divina se tratara, la muerte de Pinochet ocurre justo cuando de celebra el día de los derechos humanos.